Cazar relámpagos es satisfacer mi necesidad creativa y al mismo tiempo
mi búsqueda por adrenalina. Es adentrarse en la tormenta lo más posible para
capturar el poder y fuerza de la naturaleza con la belleza del desarrollo
urbano de nuestra civilización y verlas coexistir en una fotografía. Esa necesidad me mostró la oportunidad de fotografiar relámpagos de una
forma única. Cuando estoy en medio de la tormenta y cae un relámpago, todo va en
cámara lenta, puedo observar su recorrido completo, ver como su luz transforma
la noche en día por un instante y sentir como el trueno hace vibrar todo a mi
alrededor. Es un momento intenso, la felicidad y el temor me estremecen con esa
combinación emocional tan inusual pero que sin duda alimenta mi alma, mi vida… Son fotografías de alto riesgo y no hay un proceso o un método para
lograrlas. La intuición, perseverancia, creatividad y locura han sido mis
principales virtudes para lograrlo. Pero no es sólo eso, hay otras dificultades
técnicas que compl…
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